efdeportes.com

Análisis de las necesidades en el entrenamiento de la fuerza en los deportes

Needs analysis in strength training in sports

 

*Laboratorio de Fisiología del Ejercicio

Departamento de Educación Física

**Coautor. Laboratorio de Fisiología del Ejercicio

Departamento de Educación Física

Universidad de los Andes, Mérida

Esp. Miguel Angel Araujo Rivas*

migmaar@hotmail.com

Dr. Luis Ramón Guerrero Montoya**

luisguer@ula.ve

(Venezuela)

 

 

 

 

Resumen

          El desarrollo de los programas de entrenamiento de la fuerza en los deportes amerita el análisis de las necesidades, el cual abarca el análisis del deporte y del atleta. Éste análisis se realiza con fines competitivos o de rehabilitación. En el artículo se explora la teoría fundamental del primer paso (análisis de las necesidades) del diseño de los programas de entrenamiento de la fuerza y del entrenamiento en general, en vista de lo cual se examinan los aspectos que lo componen y se plantean sugerencias prácticas. Para el análisis del deporte, se evalúan las respuestas a preguntas relacionadas con las demandas metabólicas del deporte, las demandas biomecánicas y las lesiones más comunes. Por otro lado, el análisis del atleta examina el estado de entrenamiento, las lesiones, la valoración de las pruebas físicas y el principal objetivo del entrenamiento de la fuerza en un deporte específico. Se concluye que el análisis de las respuestas a las preguntas formuladas del deporte y del atleta es el punto de partida del diseño de programas del entrenamiento de la fuerza, que dan la dirección para alcanzar metas deportivas y disminuir la incidencia de lesiones.

          Palabras clave: Análisis de las necesidades. Análisis del deporte. Análisis del atleta. Entrenamiento de la fuerza.

 

Abstract

          The development of strength training programs in sports warrants the needs analysis, which encompasses the analysis of the sports and the athlete. This analysisis performed for competitive or rehabilitation purposes. The article explores the fundamental theory of the first step (needs analysis) of the design of training programs for strength training and training in general, in view of which the aspects that compose it are examined and practical suggestions are presented. For sport analysis, the answers to questions related to the metabolic demands of the sport, the biomechanical demands, and the most common injuries are evaluated. On the other hand, the analysis of the athlete examines the training status, injuries, assessment of physical tests and the main purpose of strength training in a specific sport. It is concluded that the analysis of the answers to the questions asked of the sport and the athlete isthe starting point of the design of programs of strength training, which give the directionto reach sports goals and decrease the incidence of injuries.

          Keywords: Needs analysis. Sport analysis. Athlete analysis. Strength training.

 

Recepción: 23/05/2016 - Aceptación: 14/03/2017

 

1ª Revisión: 18/02/2017 - 2ª Revisión: 07/03/2017

 

 
Lecturas: Educación Física y Deportes, Revista Digital. Buenos Aires, Año 21, Nº 226, Marzo de 2017. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

Introducción

    Los programas de entrenamiento de la fuerza en los deportes que busquen ser eficaces (ej., que logren los objetivos de rendimiento propuestos) y seguros (ej., que disminuyan el riesgo de lesiones), requieren de una adecuación (adaptación) a las demandas que un deporte particular impone a los atletas y consideración de las particularidades de éstos, de modo que un paso preliminar al diseño de un programa inteligente (eficaz y seguro) implica un proceso de obtención de información acerca del deporte y del o los atletas. Dicho de otra forma, el diagnóstico del deporte y del atleta es un requisito preliminar para tomar decisiones informadas con respecto al diseño del programa, el establecimiento de objetivos de entrenamiento, las pruebas (test físicos) necesarias y cualquier otra evaluación en la planificación deportiva (Kraemer et al, 2012).

    Éste “diagnóstico” es lo que se conoce como el análisis de las necesidades, que es el primer paso en el diseño de los programas de entrenamiento de la fuerza en los deportes, como también en la rehabilitación de atletas (Kraemer, 2006; Reiman y Lorenz, 2011). Baechle, Earle y Wathen (2007), asumen éste análisis como un proceso de dos fases, cuyo fin es obtener tanto la información de las necesidades y características del deporte como del atleta (deportista). Por lo tanto, los aspectos teóricos que fundamentan el proceso analítico de estas dos variables serán discutidos en los siguientes párrafos, y asimismo se pretende realizar un abordaje con un enfoque práctico, a fin de facilitar la incorporación del análisis de las necesidades en la realización de los planes y de los programas de entrenamiento de la fuerza en los deportes.

El análisis del deporte

    En el proceso de evaluación del deporte, se examinan las respuestas a las siguientes preguntas.

1.     ¿Cuáles son las demandas metabólicas del deporte?

    Un deporte, ejercicio o entrenamiento puede clasificarse desde el punto de vista energético o metabólico, como aeróbico (sistema oxidativo o aeróbico) o anaeróbico (sistema de los fosfágenos y glucolítico o del ácido láctico), sin embargo, ningún deporte empleará un sólo sistema energético, sino que existe una interacción metabólica en el que predominará algún sistema, en base a la intensidad y duración de la actividad física (Kraemer et al., 2012; McArdle, Katch y Katch, 2007; Powers y Howley, 2009; Wilmore, Costill y Kenney, 2008), en vista de lo cual al considerar el entrenamiento de la fuerza, el predominio energético se basa en los sistemas anaeróbicos (Kraemer y Fleck, 2010; Ratamess, 2012). La mayoría de los deportes tienen un perfil energético reconocible, que se extiende desde una naturaleza altamente aeróbica a otra altamente anaeróbica. Kraemer et al. (2012) señalan que no todos los deportes se realizan bajo las mismas condiciones metabólicas, éstas cambian rápidamente como consecuencia de las demandas de movimiento impuestas al organismo, pudiéndose estimar el sistema energético predominante en un deporte en base al análisis del tiempo-movimiento, por ejemplo, la demanda metabólica en el béisbol (tiempo-destreza/s) esta predominantemente relacionada con el sistema de los fosfágenos (ATP-PC), así, los sistemas energéticos utilizados y el tiempo en el cual predominan se equiparan en diferentes deportes:

    Los Fosfágenos (Sistema ATP-PC) predominan en actividades de muy alta intensidad, en un tiempo que va desde 1 a 10 segundos, como la halterofilia o levantamiento de pesas (olímpico), gimnasia, los saltos (alto, largo, triple) los lanzamientos (bala, martillo, disco), 100 metros planos, 50 metros en natación.

    La Glucólisis (Sistema del Ácido Láctico) predomina en actividades de alta intensidad que van desde 10 a 120 segundos, como 200 a 400 metros planos, 100 metros en natación.

    El Oxidativo (Sistema Aeróbico) predomina en actividades de moderada intensidad que van desde 120 segundos en adelante, como 800 metros planos o más, 400 metros en natación o más, ciclismo, maratón.

    En estas actividades deportivas se asume que la duración de cada destreza requiere un esfuerzo máximo o casi máximo de inicio a fin, por lo que existe una interacción de los sistemas energéticos (continuo energético) predominando cada uno según la duración; es decir, en primer lugar predomina los fosfágenos, luego el glucolítico y seguidamente el oxidativo (Plowman y Smith, 2011).

    Es pertinente considerar la posición (deportes de equipo) que desempeña cada jugador, para determinar el tiempo-destreza requerido; por ejemplo, en el fútbol, el porcentaje de ATP derivado del metabolismo aeróbico y anaeróbico variará entre los jugadores y el portero (Kraemer, Fleck y Deschenes, 2012).

2.     ¿Cuáles son las demandas biomecánicas del deporte?

    Típicamente las evaluaciones biomecánicas requieren del análisis de videos a cámara lenta de atletas realizando destrezas, que se captan y evalúan con un equipo sofisticado, sin embargo, aquellos sin acceso a equipos de video avanzado, pueden realizar los análisis de los movimientos a través de la observación de videos de atletas durante los entrenamientos o juegos (Kraemer et al., 2012). Basado en los tipos de movimientos corporales y de las extremidades empleadas en la actividad deportiva, se plantean las siguientes preguntas (Kraemer et al., 2012, Baechle et al., 2007):

  • ¿Cuál es el patrón de movimientos (acciones concéntricas, excéntricas o isométricas) y en que planos se producen?

  • ¿Cuáles músculos participan en el deporte (destrezas deportivas) y qué acciones musculares realizan?

  • ¿Cuáles articulaciones y rangos de movimiento articular están implicados?

  • ¿Cuál es la velocidad articular requerida en las destrezas (velocidad del movimiento)?

  • ¿Cuánto tiempo requiere cada esfuerzo(destreza) en el evento deportivo?

  • ¿Cuáles son las prioridades en cuanto a la fuerza, potencia, hipertrofia y resistencia muscular?

    Todas estas preguntas son relevantes al momento de elegir los ejercicios del programa de fuerza y considerar la manipulación de las variables del entrenamiento, a fin de buscar aquellas adaptaciones que tengan mayor similitud biomecánica y metabólica con el deporte.

    Para Kraemer et al. (2012) el patrón general del movimiento se puede describir como dinámico o estático en un plano específico o planos de movimiento. Entre los movimientos dinámicos se describen los abiertos y los cerrados. En un movimiento abierto, la mano o el pie estará libre para moverse y el cuerpo permanecerá relativamente estático (ej.: patear un balón). En un movimiento cerrado, la mano o el pie estará relativamente estática y el cuerpo se moverá relativamente libre (ej.: resistir o hacer fuerza contra un adversario). En general, la aceleración del cuerpo o de un miembro, se realiza por medio de la acción concéntrica, mientras que la desaceleración se realiza por medio de la acción excéntrica y cuando el cuerpo o una extremidad se encuentra estabilizada (sin movimiento), el tipo de acción es isométrica.

    Con respecto a la velocidad del movimiento o velocidad angular de la articulación implicada, el punto resaltante es observar la velocidad de las articulaciones (Ej.: cadera, rodilla, tobillo…) dentro de las destrezas y cuál es la posición del cuerpo en todos los movimientos. Igualmente, se toma en consideración el desarrollo de la velocidad que requieren los diferentes grupos musculares para llevar a cabo la destreza.

    El tiempo del esfuerzo del atleta se relaciona con el sistema energético predominante y además, con el tipo de fuerza que el atleta requiere manifestar para llevar a cabo la/s destreza/s, por ejemplo, en el lanzamiento de peso (bala) se requiere de un tiempo de esfuerzo inferior a la lucha y ésta requiere un tiempo inferior a una carrera de 10 kilómetros, por lo que el tipo de fuerza manifestada será diferente para cada deporte. Se deben evaluar también otras características del deporte, como los requerimientos de resistencia cardiovascular, velocidad, agilidad y flexibilidad.

    Se han sugerido 8 pasos básicos para analizar un video a cámara lenta (Fleck y Kraemer, 2004):

  1. Ver un video de un deporte o una actividad física.

  2. Seleccionar un movimiento específico del deporte (Ej.: lanzamiento en suspensión en baloncesto). Para analizar completamente el deporte, todas las destrezas deben ser analizadas.

  3. Identificar las articulaciones alrededor de las cuales las acciones musculares más intensas se producen. Por ejemplo, tanto correr como saltar, involucran acciones musculares intensas en la rodilla, cadera y tobillo. Un esfuerzo intenso no necesariamente requiere de movimiento, pues una fuerza isométrica puede aplicarse para mantener una articulación flexionada o extendida bajo un estrés externo.

  4. Determinar si el movimiento es concéntrico, excéntrico o isométrico.

  5. Para cada articulación identificada se determina el rango de movimiento angular. Se observa como el ángulo articular cambia a través del movimiento y en cual plano se produce.

  6. Se trata de establecer dónde se produce el mayor esfuerzo dentro del rango de movimiento articular, alrededor de cada articulación particular. A veces ciertos gestos (muecas) o músculos tensos pueden ayudar a identificar los puntos altos de intensidad.

  7. Estimar la velocidad del movimiento al principio, en el medio y en la última fase del rango de movimiento. Determinar el tiempo entre los fotogramas para examinar el movimiento sobre el tiempo de la actividad.

  8. Seleccionar los ejercicios que coincidan con el rango de movimiento del miembro y la velocidad angular, asegurándose que los ejercicios correspondan con las acciones musculares correspondientes.

3.     ¿Cuáles son las lesiones más comunes observadas en el deporte?

    A cualquier edad, atletas recreativos como competitivos están expuestos a una amplia variedad de lesiones en los músculos, huesos, articulaciones, ligamentos, tendones y nervios, causados por traumas directos o por estrés repetitivo (Maffulli et al., 2010). Asimismo, la prevalencia de lesiones es diferente en los deportes y entre las posiciones desempeñadas en un deporte (ej., de equipo), y guarda relación con la edad, el género y si la actividad física es de practica o competitiva (Adirim y Cheng, 2003; Darrow et al., 2009; Hootman, Dick y Agel, 2007; Hunt y Fulford, 1990).

    Kraemer et al. (2012) expresan que para disminuir el riesgo de lesiones en el deporte se debe tener presente que las mismas se producen, ya sea por una sobrecarga mecánica o debido al sobreuso repetitivo de una articulación, extremidad o grupo muscular. Las lesiones por sobrecargas mecánicas pueden ocurrir por contacto (ej.: dos atletas chocan o un objeto golpea al atleta)o sin contacto (ej.: un atleta se lesiona sin un contacto directo con otro atleta u objeto). En las lesiones por contacto, una parte del cuerpo, extremidad o una articulación es expuesta a una carga excesiva que es causada por una fuerza externa que lastima al tejido. Las más notables son las fracturas y la ruptura de ligamentos. La mayoría de lesiones sin contacto, se presentan cuando el atleta realiza movimientos de aceleración o disminución de velocidad, como en los cambios de dirección, aunque también se producen como consecuencia del sobreuso de los músculos, tendones o ligamentos, dependiendo de las demandas del deporte.

    En general, sin considerar el tipo de lesión, su ocurrencia se incrementa cuando el atleta se encuentra fatigado, lo cual se manifiesta como una disminución en la producción de fuerza y/o velocidad, lo que ha mostrado que conlleva a un deterioro en la estabilidad de la postura, la coordinación muscular, el control de la velocidad y aceleración de las extremidades (Slobounov, 2008), además, los músculos fatigados son menos capaces de absorber energía antes de alcanzar el grado de estiramiento que causan lesiones (Mair et al., 1996).También se ha reportado que la tasa de lesiones son mayores en los juegos (ej., competencia) que en las prácticas (Hootman et al., 2007), lo que posiblemente tenga relación con una mayor intensidad requerida y con la fatiga muscular desarrollada en el transcurso del juego.

    Se ha sugerido un modelo de prevención de lesiones deportivas que se basa en cuatro pasos (Van Mechelen, Hlobil y Kemper, 1992): 1) Identificar y describir las lesiones en torno a su incidencia (ej., lesiones por cada mil horas de participación deportiva)y gravedad (ej., naturaleza de la lesión, duración del tratamiento, tiempo deportivo perdido, secuelas permanentes, costo); 2) Identificar los factores y mecanismos que intervienen en la ocurrencia de lesiones; 3) Incorporar medidas que reduzcan el riesgo y/o severidad de las lesiones; 4) Evaluar el efecto de las medidas tomadas.

    Considerando que la prevención de lesiones debe fundamentarse en el conocimiento de cuáles y cómo se producen típicamente las lesiones (o accidentes)en un deporte dado, se pueden formular las siguientes preguntas (Kraemer et al., 2012):

  • ¿Cuál es la forma más probable que se produzca una lesión en el deporte?

  • ¿Durante el evento atlético, en qué momento es más probable que ocurran las lesiones?

  • ¿Cuáles son los sitios más comunes de lesiones y cómo se producen?

  • ¿Cuáles son los atletas más propensos al riesgo de estas lesiones?

  • ¿Cómo puede un programa de ejercicios ser desarrollado para disminuir estos riesgos?

    Estas preguntas pueden ameritar integrar las habilidades y el conocimiento médico (ej., médico del equipo) o de los profesionales (cuerpo técnico) que tengan conocimientos en medicina deportiva, igualmente se debe integrar la evaluación individual de las lesiones del atleta y su historial de entrenamiento.

    Además, según Kraemer et al. (2012), los análisis biomecánicos pueden mostrar en qué parte es más probable que se lesione un atleta basado en las demandas del deporte, y combinado con la información del riesgo de lesiones del deporte, es posible establecer el riesgo de lesiones para la posición que el atleta desempeña en su deporte. Por ejemplo, los lanzadores (pitchers) en el béisbol, tienen un mayor riesgo de lesiones en el codo y en el hombro (por sobreuso principalmente) que los primera base.

El análisis del atleta

    La segunda fase del análisis de las necesidades es elaborar un perfil de las necesidades y objetivos del deportista mediante una valoración del estado de entrenamiento y de lesiones, la realización de diferentes pruebas físicas (y su valoración) y la determinación del objetivo principal del entrenamiento de la fuerza (Baechle et al., 2007).

    El estado de entrenamiento es el nivel actual de acondicionamiento o de preparación para empezar un programa de entrenamiento. Un atleta puede clasificarse como principiante, intermedio o avanzado, aunque tal clasificación se realiza sobre un continuo y no son distinciones categóricas. Baechle et al. (2007) y Faigenbaum y Hoffman (2008), han sugerido que los atletas o levantadores principiantes incluyen aquellos sin experiencia en el entrenamiento de la fuerza o que no han entrenado durante meses o años o que tienen menos de dos meses entrenando, los intermedios aquellos que al menos tienen tres meses a seis meses de experiencia en entrenamiento de fuerza regular y los avanzados uno o más años de experiencia (Cuadro 1).

Tomado de Baechle, Earle, y Wathen (2007)

    El estado de entrenamiento también incluye la evaluación, por parte de un médico (preferiblemente especialista en medicina deportiva), de cualquier posible lesión, presente o pasada, que pueda afectar el entrenamiento. En vista de lo cual, es de utilidad el análisis de las respuestas a las siguientes preguntas (Kraemer et al., 2012):

  • ¿En un deporte dado cuales factores de riesgo predisponen un atleta a las lesiones?

  • ¿Está éste atleta en mayor riesgo en base a algún factor de predisposición a la lesión?

  • ¿Está el atleta recuperándose de alguna lesión aguda o crónica que afecte su rendimiento?

    Igualmente, se evalúan los antecedentes (ej., historia) deportivos o experiencia de entrenamiento tomando en cuenta: A) El tipo de programa de entrenamiento (velocidad, pliometría, pesas, etc.). B) El tiempo de participación regular en programas de entrenamiento recientes. C)El nivel de intensidad de los programas de entrenamiento previos. D) El grado de experiencia técnica en ejercicios (ej., correcta realización de los ejercicios de fuerza).

    Las pruebas físicas implican la valoración de fuerza, flexibilidad, potencia, velocidad, resistencia muscular localizada, composición corporal, resistencia cardiovascular, etc. Todas las pruebas elegidas deben estar relacionadas con la especialidad de cada deportista y ello está orientado en base al análisis biomecánico del deporte.Después de realizar las diversas pruebas, se deben comparar los resultados con datos normativos para determinar las fortalezas y debilidades del deportista.

    El principal objetivo del entrenamiento de la fuerzaestará determinado por los resultados de las pruebas, el análisis (metabólico, biomecánico, lesiones) del deporte y las prioridades en función del momento de la temporada del deporte (cuadro 2). Típicamente el principal objetivo puede ser mejorar la fuerza, la potencia, la hipertrofia o la resistencia muscular localizada (Kraemer y Ratamess, 2004) y cuando se tiene la necesidad de mejorar en dos áreas diferentes (ej.; fuerza y resistencia muscular localizada), se ha recomendado hacer un esfuerzo en concentrarse en un objetivo por sesión(Baechle et al., 2007).

Tomado de Baechle, Earle, y Wathen (2007)

Conclusión

    El análisis de las necesidades es el primer paso en el diseño de los programas de entrenamiento de la fuerza para atletas con fines competitivos y de rehabilitación. Si bien es el primer paso en el entrenamiento de la fuerza, también lo es en el entrenamiento deportivo general. En conjunto, el metabolismo, los grupos musculares, las acciones musculares y la velocidad requerida, las lesiones comunes, el estado de entrenamiento, las fortalezas y debilidades detectadas en las pruebas físicas y el objetivo del entrenamiento en función del momento de la temporada, conforman el análisis de las necesidades del entrenamiento de la fuerza. El análisis de las respuestas a las preguntas formuladas en relación al deporte y al atleta es el punto de partida en el diseño de los programas de entrenamiento de la fuerza, que dará dirección a la consecución de las metas deportivas y a la disminución del riesgo de lesiones.

Bibliografía

  • Adirim, T.A., & Cheng, T.L. (2003). Overview of injuries in the young athlete [Abstract]. Sport Med, 33(1): 75-81.

  • Baechle, T. R., Earle, R.W., y Wathen, D. (2007). Entrenamiento con pesas. En T. R. Baechle, y R. W. Earle (editores). National Strength and Conditioning Association: Principios del entrenamiento de la fuerza y del acondicionamiento físico. (2ª ed.) (pp. 395-425). Madrid, España: Editorial Médica Panamericana S.A.

  • Darrow, C.J., Collins, C.L., Yard, E.E., & Comstock, R.D. (2009). Epidemiology of severe injuries among unites states high school athletes: 2005-2007. Am J Sports Med, 37(9): 1798-1805.

  • Faigenbaum, A.D., y Hoffman, J.R. (2008). Programas para principiantes. En L .Brown (editor). National Strength and Conditioning Association: Entrenamiento de la fuerza (pp. 279-292). Madrid, España: Editorial Médica Panamericana S.A.

  • Fleck, S.J., & Kraemer, W.J. (2004). Designing resistance training programs (3a ed.). Champaign, IL: Human Kinetics.

  • Hootman, J. M., Dick, R., & Agel, J. (2007). Epidemiology of collegiate injuries for 15 sports: Summary and recommendations for injury prevention initiatives. J Athl Train, 42(2): 311-319. PMCID: PMC1941297.

  • Hunt, M., & Fulford, S. (1990). Amateur soccer: Injuries in relation to field position. Br J Sports Med, 24(4): 265.

  • Kraemer, W. J. (2006). Desarrollo de una sesión de entrenamiento de la fuerza. En W. J. Kraemer, y K. Häkkinen (editores). Entrenamiento de la fuerza (pp. 61- 84). Barcelona, España: Editorial Hispano Europea, S.A.

  • Kraemer, W.J., Comstock, B.A., Clark, J.E., & Dunn-Lewis, C. (2012). Athlete needs analysis. En: J.R. Hoffman (editor). NSCA´s guide to program design (pp. 1-22). Champaign, IL: Human Kinetics.

  • Kraemer, W.J., y Fleck, S.J. (2010). Cómo optimizar el entrenamiento de fuerza: Diseño de ejercicios de periodización ondulante. Madrid, España: Artes Gráficas COFÁS, S.A.

  • Kraemer, W.J., Fleck, S.J., & Deschenes, M.R. (2012). Exercise physiology: Integrating theory and application. (1st Ed.). Philadelphia: Wolters Kluwer, Lippincott Williams & Wilkins.

  • Kraemer, W.J., & Ratamess, N.A. (2004). Fundamentals of resistance training: Progression and exercise prescription. Medicine and Science in Sports and Exercise, 36, 674-688.

  • Maffulli, N., Longo, U. G., Gougoulias, N., Caine, D., & Denaro, V. (2011). Sport injuries: A review of outcomes. Br Med Bull, 97(1): 47-80. doi: 10.1093/bmb/ldq026. Epub 2010 Aug 14.

  • Mair, S.D., Seaber, A.V., Glisson, R.R., & Garrett, W.E. Jr. (1996). The role of fatigue in susceptibility to acute muscle strain injury. Am J Sports Med, 24(2): 137-143.

  • McArdle, W.D., Katch, F. I., & Katch, V. L. (2007). Exercise physiology: Energy, nutrition, & human performance.(6thed.). Philadelphia: Wolters Kluwer, Lippincott Williams & Wilkins.

  • Plowman, S. A., & Smith. D. L (2011). Exercise physiology for health, fitness, and performance. (3rd.ed.). Philadelphia: Wolters Kluwer, Lippincott Williams & Wilkins.

  • Powers, S. K., & Howley, E.T. (2009). Exercise physiology: Theory and application to fitness and performance (7th ed.). New York: McGraw-Hill.

  • Ratamess, N.A. (2012). Resistance training. En: J.R. Hoffman (editor). NSCA's guide to program design (pp. 71-94) Champaign, IL: Human Kinetics.

  • Reiman, M.O., & Lorenz, D. S. (2011). Integration of strength and conditioning principles into a rehabilitation program. Int J Sports Phys Ther, 6(3): 241-253.

  • Slobounov, S. (2008). Injuries in athletics: Causes and consequences. New York: Springer Science Business Media, LLC.

  • Van Mechelen, W., Hlobil, H., & Kemper, H.C. (1992). Incidence, severity, aetiology and prevention of sports injuries [Abstract]. A review of concepts. Sports Med, 14(2): 82-99.

  • Wilmore, J.H., Costill, D.L., & Kenney, W.L. (2008). Physiology of sport and exercise (4th ed.). Champaign, IL: Human Kinetics.

Otros artículos sobre Entrenamiento deportivo

www.efdeportes.com/

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 21 · N° 226 | Buenos Aires, Marzo de 2017
Lecturas: Educación Física y Deportes - ISSN 1514-3465 - © 1997-2017 Derechos reservados