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Análisis del aprendizaje cooperativo como 

método de enseñanza en Educación Física

Analysis of cooperative learning as a Physical Education teaching method

 

Lic. Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

Grado en Maestro en Educación Primaria

Profesor E.F. de E.S.O. en C.C.E. Virgen del Pasico (Murcia)

Damián Plata Martínez

damianplata@gmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          Este artículo pretende realizar un estudio de las características del aprendizaje cooperativo como metodología a utilizar en Educación Físicas para conocer los elementos que lo hacen singular y especial como estilo de enseñanza y aprendizaje. El objetivo, por tanto, es analizar la bibliografía referente al aprendizaje cooperativo desde un punto de vista metodológico, para comprobar los aspectos positivos de su utilización en el marco escolar.

          Palabras clave: Metodología. Estilos de enseñanza. Aprendizaje. Aprendizaje cooperativo.

 

Abstract

          This article aims to study the characteristics of cooperative learning as a methodology used in Physical Education in order to know the elements that make it unique and special as a way of teaching and learning. The purpose is to analyze the bibliography based on cooperative learning from a methodological point of view, in order to check the positive aspects of its use in the school context.

          Keywords: Methodology. Teaching styles. Learning. Cooperative learning.

 

Recepción: 20/04/2016 - Aceptación: 07/06/2017

 

1ª Revisión: 12/02/2017 - 2ª Revisión: 04/06/2017

 

 
Lecturas: Educación Física y Deportes, Revista Digital. Buenos Aires - Año 22 - Nº 229 - Junio de 2017. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Si se analiza la bibliografía referente a la Educación Física desde un punto de vista de su metodología, se observa que existen diferentes y variados estilos y métodos de enseñanza dentro de la misma, dependiendo de los objetivos educativos propuestos, de las características de los alumnos, del momento histórico y de los contenidos a trabajar.

    Dentro de todos estos métodos, el aprendizaje cooperativo aparece, como veremos más adelante, como una técnica adecuada para fomentar algunos de los pilares básicos de la Educación Física actual, tales como la educación en valores o la educación integral del alumno. De esta manera, a lo largo de este artículo se pueden apreciar las diferentes metodologías utilizadas en Educación Física según las diferentes situaciones, para pasar a comprobar las directrices metodológicas del aprendizaje cooperativo, pudiendo comprobar, al finalizar este documento, la idoneidad de la utilización del aprendizaje cooperativo como metodología protagonista dentro de la enseñanza y aprendizaje de la Educación Física.

Síntesis de las diferentes metodologías en Educación Física

    En cuanto a los métodos de Educación Física, Delgado Noguera y Sicilia Camacho (2002) platean la siguiente clasificación:

  1. Estilos de enseñanza tradicionales: mando directo, modificación del mando y asignación de tareas.

  2. Estilos de enseñanza que fomentan la invidualización: trabajo por grupos, enseñanza modular, programa individual y enseñanza programada.

  3. Estilos de enseñanza que fomentan la participación: enseñanza recíproca, grupos reducidos y microenseñanza.

  4. Estilos de enseñanza que fomentan la socialización: trabajo por grupos.

  5. Estilos de enseñanza que implican cognoscitivamente al alumno: descubrimiento guiado y resolución de problemas.

  6. Estilos de enseñanza que fomentan la creatividad: la sinéctica.

    Analizando estas técnicas y la bibliografía existente, vemos que existen tres estructuras de aprendizaje principales en las que el maestro basará su práctica docente, en las cuáles se podrían integrar los métodos anteriores. Antes de analizarlas, según Echeita (1995, en Solana 2007) la estructura de aprendizaje es “el conjunto de acciones o decisiones que el profesor toma con respecto a dimensiones tales como el tipo de actividades que harán sus alumnos, las relativas al grado de autonomía respectiva que tienen alumnos y profesores para decidir qué hacer en clase o con respeto al tipo de reconocimiento que recibieran los alumnos por realizar la tarea” (p. 35). Esto se traduce según Solana (2007) en el tipo de actividades, las recompensas, los criterios de evaluación que se utilizan así como el grado de decisión que tienen los alumnos en los ejercicios.

    De cada una de las tres estructuras (competitivas, individualistas y cooperativas) se podría escribir mucho, pero como ese no es el objetivo de este apartado, vamos a ver la diferenciación entre ellas que hace Pujolás (2001, en Solana, 2007) en la figura 1. En ella se aprecian las diferencias más importantes en la filosofía de cada una de las estructuras, sobre todo en cuanto a los objetivos y organización de las actividades propuestas en cada tipo de estructura, así como la forma de recompensar y el tipo de autoridad que se ejerce.

 

Estructura Competitiva

Estructura Individualista

Estructura Cooperativa

Estructura de la actividad

  • Clases magistrales.

  • Interacción profesor-alumno.

  • Actividades en gran grupo (explicaciones, etc.)

  • Trabajo individual.

  • En el caso de los equipos deportivos, se da el trabajo en grupo, pero con la intención de derrotar al otro equipo.

  • No hay interacción alumno-alumno.

  • Clases magistrales.

  • Interacción profesor-alumno.

  • Actividades en gran grupo (explicaciones, etc.)

  • Trabajo individual.

  • Hay trabajo en grupo, pero de forma esporádica y más bien para hacer algo. No para aprender.

  • La interacción alumno-alumno se tolera, pero no se promociona.

  • Clases menos magistrales y más dinámicas.

  • Interacción alumno-alumno.

  • Actividades en gran grupo (explicaciones, etc.)

  • Trabajo individual.

  • Trabajo en grupo para aprender y hacer.

  • Se promociona la interacción alumno-alumno.

Estructura de la recompensa

  • El alumno consigue sus objetivos si los demás no los alcanzan.

  • Los alumnos compiten entre ellos para ver quién aprende más.

  • No hay interdependencia de objetivos.

  • Si uno consigue los objetivos no interfiere en los objetivos de los demás.

  • Los alumnos ni compiten ni cooperan entre ellos.

  • Sí hay interdependencia de objetivos.

  • El alumno consigue los objetivos si los consiguen los demás.

  • Los alumnos cooperan entre ellos con la finalidad de que todos aprendan más y mejor.

Estructura de la autoridad

  • Autoridad del profesor. Todas las decisiones las toma el profesor.

  • Él enseña y resuelve las dudas.

  • Ninguna o poca autonomía del alumno.

  • Autoridad del profesor. Todas las decisiones las toma el profesor.

  • Él enseña y resuelve las dudas.

  • Ninguna o poca autonomía del alumno.

  • Autoridad compartida.

  • Los alumnos intervienen en la toma de decisiones en torno a qué enseñar y cómo enseñar.

  • También participan en actividades de gestión y control de la clase (determinación de normas, premios, castigos,…).

  • Mayor autonomía de los alumnos.

Figura 1. Estructuras de aprendizaje (Pujolás, 2001 en Solana, 2007, p. 40)

Análisis del aprendizaje cooperativo como metodología en Educación Física

    Habiendo expuesto que el aprendizaje cooperativo es una de las metodologías para enseñar/aprender, así como las características y beneficios de la estructura cooperativa, vamos a analizar en qué se basa este método y los aspectos que lo caracterizan.

    El aprendizaje cooperativo según Velázquez (2010) es la metodología educativa basada en el trabajo en grupos, generalmente pequeños y heterogéneos, en los que cada alumno trabaja con sus compañeros para mejorar su propio aprendizaje y el de los demás.

    Para Pujolás (2009, en Pliego 2011) el aprendizaje cooperativo es el uso didáctico de equipos reducidos de alumnos, heterogéneos en rendimiento y capacidad, utilizando una estructura de actividad que asegure la participación de todos los miembros del equipo y potencie la interacción entre simultánea entre ellos.

    Una última visión del aprendizaje cooperativo sería la propuesta por Fernández-Río (2014) que lo defino como el modelo pedagógico en el que los estudiantes aprenden con, de y por otros estudiantes a través de un planteamiento de enseñanza-aprendizaje que facilita y potencia esta interacción e interdependencia positivas y en el que docente y estudiantes actúan como co-aprendices.

    A su vez, Velázquez y cols. (2014) establecen una síntesis de los estudios sobre el aprendizaje cooperativo en Educación Física y expone estos beneficios derivados del uso de esta metodología:

  1. Desarrolla las habilidades interpersonales.

  2. Mejora la participación activa.

  3. Desarrolla habilidades motrices y estrategias del juego.

  4. Ayuda a otros a mejorar sus habilidades.

  5. Se adquiere una responsabilidad mutua por completar las tareas.

    Además, otro aspecto a tener en cuenta sería la idea de que bajo este modelo, los estudiantes actúan como co-aprendices, es decir, aprenden unos de otros (Casey, 2012).

    Gil (2007) basándose en Johnson y Johnson (1989) expone los elementos que son fundamentales para que se produzca el aprendizaje cooperativo, que son:

  1. Interdependencia positiva: cada miembro depende para aprender del resto del grupo mientras trabajan juntos.

  2. Responsabilidad individual: práctica docente utilizada por el maestro para desarrollar la responsabilidad del alumno hacia un comportamiento adecuado.

  3. Interacción cara a cara, basada en charlas uno a uno dentro del grupo, donde cada miembro del grupo explica y enseña lo que sabe a sus compañeros de equipo.

  4. Habilidades sociales interpersonales y grupos pequeños se desarrollan mediante la actividad e incluye: escuchar, tomar decisiones adecuadamente, responsabilidad, aprender a animar a los demás y aprender a dar y recibir respuestas.

  5. Procesamiento del grupo: tiempo que se dedica a analizar el funcionamiento del grupo, si han logrado los objetivos, las relaciones interpersonales, etc.

    Siguiendo a Pujolás (1997, en Solana 2007) tienen que darse una serie de principios para que se produzca el aprendizaje cooperativo.

  1. Cooperación en los equipos para autosuperarse.

  2. Aprendizaje individual y evaluación individual.

  3. Igualdad de oportunidades y protagonismo de los alumnos.

    “Todo aprendizaje cooperativo es aprendizaje en grupo, pero no todo aprendizaje en grupo es aprendizaje cooperativo” (Ovejero, 1990, en Pliego Prenda 2011, p. 69). En la figura 2, apreciamos las diferencias entre el aprendizaje cooperativo y el aprendizaje grupal, como por el ejemplo, cómo es la interdependencia, cómo son los grupos, el liderazgo, la responsabilidad o los objetivos.

Técnicas de aprendizaje cooperativo

Técnicas de aprendizaje grupal

Interdependencia positiva: interés por el rendimiento de todos los miembros del grupo.

Interés por el resultado del trabajo.

Grupos heterogéneos.

Grupos homogéneos.

Liderazgo compartido.

Un solo líder.

Responsabilidad individual de la tarea compartida.

Responsabilidad solo grupal.

Responsabilidad de ayudar a los demás miembros del grupo.

Elección libre de ayudar a los compañeros.

Meta: aprendizaje del máximo posible.

Meta: completar la tarea asignada.

Enseñanza de habilidades sociales.

Se da por supuesto que los sujetos poseen habilidades interpersonales.

Papel del profesor: intervención directa y supervisión del trabajo en equipo.

Papel del profesor: evaluación del producto.

El trabajo se realiza en el aula.

El trabajo se realiza fuera del aula.

Figura 2. Principales diferencias entre el aprendizaje cooperativo y el aprendizaje grupal (García López, 1996, en Pliego Prenda, 2011)

    Además, tal y como señala Pujolás (2008), el trabajo cooperativo añade un matiz importante al trabajo en equipo, puesto que no se trata únicamente de hacer una misma cosa entre todos, sino de hacer cada uno una cosa al servicio del equipo y aprender, además, a trabajar en equipo.

    Partiendo de lo expuesto hasta el momento, los objetivos que tienen los docentes cuando utilizan el aprendizaje cooperativo, son, según Velázquez (2010), que sus alumnos:

  1. Logren un conjunto de objetivos de aprendizaje específicos de un área determinada.

  2. Tengan a sus compañeros como referentes de su aprendizaje y, a su vez, sirvan de referentes del aprendizaje de sus compañeros.

  3. Se ayuden mutuamente para buscar múltiples soluciones a los problemas que se les plantean.

  4. Sean capaces de trabajar en grupo, distribuyendo tareas, roles y responsabilidades.

  5. Desarrollen habilidades sociales y regulen los conflictos de manera constructiva.

  6. Desarrollen aspectos afectivos hacia sus compañeros.

    Los valores más importantes que se trabajan con el aprendizaje cooperativo, según Gil y Naveiras (2007) son: la solidaridad, la tolerancia, el respeto mutuo, la igualdad, la confianza, la justicia y la libertad.

    Teniendo todo esto en cuenta, el trabajo en equipo no es solo un método para aprender mejor, sino debería ser también un contenido más, algo que debemos enseñar de forma sistemática, igual que se enseñan otros contenidos curriculares (Pujolás, 2008).

Métodos del aprendizaje cooperativo en Educación Física

    Velázquez (2010) muestra una clasificación con las estructuras metodológicas de aprendizaje cooperativo más utilizadas en el ámbito de la Educación Física.

  1. Jigsaw o Puzzle (Aronson, 1978), donde se forman pequeños grupos heterogéneos (3-6 personas) y la tarea principal se divide en tantas sub-tareas como miembros tiene el grupo. Cada persona se reúne con los miembros de otros equipos que trabajan la misma sub-tarea e intercambian conceptos. Estos “expertos” vuelven a su grupo y se ocupan de que cada uno de sus compañeros aprendan la información que ellos dominan.

  2. Enseñanza recíproca de (Mosston, 1978). El grupo se divide en parejas, donde un compañero ejecuta las tareas mientras el compañero lo observa y corrige, y viceversa.

  3. Marcador colectivo (Orlick, 1990). Todos los participantes actúan individualmente o en pequeños grupos la tarea propuesta por el profesor. Los individuos o grupos actúan en función de las directrices marcadas y los puntos obtenidos por cada persona o grupo se suman al marcador colectivo.

  4. Juego cooperativo o Co-op Play (Grineski, 1996). El profesor explica una actividad cooperativa a desarrollar reforzando las actitudes colaborativas. Tras la realización se hace una evaluación grupal.

  5. Piensa, comparte, actúa (Grineski, 1996). El profesor propone un desafía que requiera la ayuda de todos para poder ser resuelto. Cada alumno piensa posibles soluciones y las expone a sus compañeros de grupo, el cuál prueba una solución de miembro, y al final elige la que crean más eficaz.

  6. Yo hago, nosotros hacemos (Velázquez, 2003). El docente forma grupos heterogéneos y propone una tarea motriz abierta con diferentes soluciones. Cada miembro del grupo ensaya una solución y al final eligen dos de las que sean capaces de realizar correctamente. Se juntan los grupos, y cada grupo enseña sus soluciones.

  7. Enfoque inventivo de juegos (Solana, 2007). Se forman grupos pequeños y heterogéneos, y el profesor propone a los grupos que inventen juegos a partir de cuatro variables: número de jugadores, espacio, material y reglas. Cada grupo inventan y practica sus juegos, y cada grupo muestra su propuesta y los demás la realizan. A partir de los resultados, se hace una puesta en común y se crea un juego definitivo.

    Si tantas ventajas tiene este método tal como hemos visto, ¿por qué el aprendizaje cooperativo no ha tenido una mayor implantación en Educación Física?

    Solana (2007) indica que como la cultura deportiva ha invadido todo el sistema educativo, esto ha hecho las programaciones didácticas se han basado consciente o inconscientemente en estructuras competitivas. Además, se invierte demasiado tiempo y esfuerzo en la consecución de los objetivos académicos, obviando todos aquellos relacionados con el desarrollo personal, social o de valores. También, hay que tener en cuenta que para el profesorado no es cómodo enfrentarse a estas nuevas situaciones de aprendizaje donde pierde el control de determinados factores que hasta el momento formaban parte de su trabajo docente.

    Velázquez (2010) también estudia esta cuestión, y para él los factores de por qué no se utiliza el aprendizaje cooperativo son los siguientes:

  1. Falsas creencias e ideas preconcebidas entre el profesorado.

  2. Ausencia de una formación adecuada.

  3. Falta de recursos bibliográficos.

  4. Dificultades iniciales a la hora de poner en práctica las técnicas de aprendizaje cooperativo.

    Gil y Naveiras (2007) basándose en Johnson et al. (1998) plantean una serie de orientaciones sobre las funciones del maestro en el aprendizaje cooperativo.

    Dentro de la toma de decisiones, destaca cómo se hace la composición de los grupos buscando la heterogeneidad, así como asignar papeles a los alumnos o la utilización del espacio y de los materiales.

    A la hora de explicar la tarea y la estructura cooperativa, es importante explicar la tarea motriz a desarrollar y el criterio de éxito. Debe fomentar la interdependencia positiva, la cooperación intergrupal y la responsabilidad individual.

    En cuanto a la monitorización e intervención, debe concretar la interacción cara a cara, observando el comportamiento de los alumnos mientras trabajan y ayudar en los momentos necesarios.

    Y en lo referente a la evaluación es importante evaluar el aprendizaje de cada alumno, haciéndoles partícipes de ese proceso así como valorar cómo ha transcurrido la tarea.

Conclusiones

    Con este artículo se aprecia que el aprendizaje cooperativo como metodología en Educación Física, tanto por lo que aporta teóricamente esta técnica, como por la manera en la que se lleva a la práctica y lo que fomenta en el alumnado en la misma, presenta un gran número de ventajas y aspectos positivos. Podemos destacar entre ellos, el incremento de la responsabilidad individual por las tareas colectivas, mayor capacidad para compartir, incremento en la conducta de ayuda al compañero, mayor implicación y participación en las actividades propuestas, comportamientos sociales más positivos gracias a la adquisición de valores como la colaboración, cooperación, trabajo en equipo o respeto a las normas.

Bibliografía

  • Aronson, E. (1978). The Jigsaw classroom. Beverly Hills: Sage Publications

  • Casey, A. (2012). Cooperative Learning through the eyes of a teacher-researcher and his students. London: Routledge.

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  • Fernández-Rio, J. (2014). Another step in models-based practice: Hybridizing Cooperative Learning and Teaching for Personal and Social Responsibility. The Journal of Physical Education, Recreation and Dance.

  • Gil, P., Naveiras, D. (2007). La Educación Física cooperativa. Aprendizaje y juegos cooperativos: enfoque teórico-práctico. Sevilla: Wanceulen.

  • Grineski, S. (1996). Cooperative learning in physical education. Champaign, Il: Human Kinetics.

  • Johnson, D.W., Johnson, R.T. (1999). Aprender juntos y solos. Aprendizaje cooperativo, competitivo e individualista. Aique: Buenos Aires

  • Mosston, M. (1978). Enseñanza de la Educación Física. Del comando al descubrimiento. Paidós: Barcelona.

  • Orlick, T. (1990). Libres para cooperar, libres para crear. Barcelona: Paidotribo.

  • Pliego, N. (2011). El aprendizaje cooperativo y sus ventajas en la educación intercultural. Hekademos: Revista Educativa Digital, (8), 63-76.

  • Pujolás, P. (2008). El aprendizaje cooperativo. 9 ideas clave. Barcelona: Grao.

  • Solana, A. (2007). Aprendizaje cooperativo en las clases de Educación Física. Sevilla: Wanceulen.

  • Velázquez, C. (2003). El aprendizaje cooperativo en Educación Física. En Actas del III Congreso Estatal y I Iberoamericano de actividades físicas cooperativas. Gijón, 30 de junio al 3 de julio de 2003. La Peonza Publicaciones. Valladolid: Cederrón

  • Velázquez, C. (coord.), Bahr, I., Barba, J., Casey, A., Dyson, B., Fernández, J., Gonzalo, L., López, V., Méndez, A. y Vacas, R. (2010). Aprendizaje cooperativo en Educación Física: fundamentos y aplicaciones prácticas. Barcelona: Inde.

  • Velázquez, C., Fraile, A., López, V. M. (2014). Aprendizaje cooperativo en educación física. Movimento: Revista da Escola de Educação Física, 20(1), 239-259.

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